martes, 24 de marzo de 2015

Quiero mi Sovaldi

Parece que el culebrón de la hepatitis C llega al final de su primera temporada, porque todo hace prever que continuará. El 1 de abril se da luz verde a nuevos tratamientos, el escenario cambia y el coste por paciente parece que también.

Sanidad habla de tratar a todos los pacientes con grado de fibrosis 2 en adelante, parece que por fin hay dinero y los enfermos ponen fin a sus encierros.

Sin embargo en los hospitales se siguen dando miles de anécdotas fruto del sensacionalismo que ha tenido el tema, mal gestionado por todos y del histerismo colectivo que ha inundado a algunos.

El otro día acudía un paciente a consultas externas de mi hospital. El paciente tenía respuesta viral sostenida (para los neófitos “curación” de la enfermedad) y venía a revisión. Al terminar la consulta el paciente exigía que quería el famoso “Sovaldi” (si, el que aparece por la tele día y noche, ¿alguien esperaba una campaña de marketing tan brutal?), y amenazaba con denunciar al médico si no se lo prescribía. La respuesta evidentemente fue clara, "no tendrá el Sovaldi porque no lo necesita, usted está curado."

Solo queda hacer una recomendación: “Aunque entiendo que le cueste, por favor siga confiando en su sistema nacional de salud y como decían algunos, ante todo mucha calma”

No obstante, continuará...

miércoles, 18 de marzo de 2015

Consejo regional de pacientes


Extremadura va a ser la primera comunidad autónoma que constituya un “Consejo Regional de pacientes”. Presidido por el Consejero de salud y constituido por el director gerente del Servicio Extremeño de Salud, diferentes directores de asistencia sanitaria y representantes de diferentes asociaciones de pacientes.

La idea es contar con la participación de pacientes y familiares a la hora de promover la coordinación, articulación, planificación, gestión y evaluación de las actividades del Sistema Sanitario Público.

Personalmente me parece una buena idea si se lleva a cabo de manera constructiva y una oportunidad de acercar la gestión sanitaria a los pacientes, siempre que primen posturas que se validen técnicamente y se obvien decisiones ineficientes populistas y “políticamente correctas”.

Solo queda esperar resultados una vez empiece a caminar...

domingo, 15 de marzo de 2015

Mi salvavidas para un mar de datos #CarnavalSalud #PLE


Desde este blog quiero hacer una pequeña contribución al carnaval de salud del mes de marzo. Este mes toca hablar de gestión del conocimiento y PLE (entorno personal de aprendizaje). Es decir, tu manera personal de sobrevivir en todo este mar de información en el que estamos envueltos y no morir en el intento.

No voy a hablar de lo que utilizo solo en mi vida profesional, también en la personal. Aunque llevo cinco o seis años por la red, redes sociales y demás, no soy de aquellos de los que “el móvil supone una prolongación de la mano”, ni de los que esté todo el día delante del ordenador… Con todo esto de manera general no uso muchas aplicaciones y la verdad es que las que uso, casi son de "toda la vida". Evidentemente no me referiré a la búsqueda de información científica, pubMed, Cochrane, bases de datos especializadas…

Este es mi pan de cada día, mi kit de supervivencia básico:

Feedly : (BUSCAR, COMPARTIR) hizo olvidar al queridísimo googlereader. Ideal para gestionar las noticias de las webs que me gustan. Tengo seleccionadas las webs según contenido, desde revistas científicas, blogs de diferentes temáticas…El éxito de esta aplicación es ordenar la información a tu antojo y te permite compartir la información y guardar lo que te interese. El buscador Google se da por sentado, pero creo que es el gran aliado de cualquier mortal en su búsqueda por la red.

Redes sociales: (BUSCAR, PUBLICAR, COMUNICAR, COMPARTIR) utilizo twitter principalmente tanto para buscar información, publicar o comunicarme. Facebook queda exclusivamente para dar difusión al blog y Linkedin para “exponer” tu curriculum vitae y contactos profesionales. Google plus, aunque tengo cuenta, la tengo abandonada hace tiempo. Por su puesto Instagram, porque una imagen vale mas que mil palabras. Youtube si se trata de videos.

Aplicaciones de mensajería (COMUNICAR), pueden resultar un infierno y una cadena difícil de desprender, pero usadas correctamente son la manera más fácil y rápida de comunicarte con un grupo o persona. En mi servicio sirven de consulta rápida al grupo, para dudas cuando estás de guardia y se agradece. Yo utilizo la sempiterna Whatsapp, aunque cada vez mas prefiero Telegram.

Dropbox (ORGANIZAR, COMPARTIR), almacenamiento de datos en la nube, imprescindible. Pocket para almacenar información, aunque la utilizo menos. Google docs es genial para compartir documentos y trabajar documentos en red con varias personas.

Spotify (ORGANIZAR), imprescindible para organizar tu música y ponerle banda sonora a tu vida. Mucho tiempo estuve con la versión Premium, desde que se puede escuchar en dispositivos móviles he vuelto a la básica. Simplemente cambió mi vida.

Google calendar (ORGANIZAR), organizar mi agenda, eventos. Ideal para utilizarlos de manera colectiva con tu equipo para anotar sesiones, guardias, eventos profesionales destacados…

Wikiespacios (COLABORAR): Mención especial a wikisanidad, origen de esta buena iniciativa como es carnaval de la salud.

SlideShire (ORGANIZAR), fuente de inspiración para buscar presentaciones de diapositivas sobre temas concretos.

Y por su puesto:

Blogger (PUBLICAR), es quien da soporte a mi blog, se puede decir en mi caso de donde partió toda la época digital que me ha enseñado tanto, que me enseña día a día y que me ha dado la oportunidad de conocer a gente increíble, que de otro modo creo que no hubiese conocido nunca.

Muchas más herramientas con las que he coqueteado, algunas durante bastante tiempo y a veces sigo utilizando, pero con las citadas me apaño para sobrevivir diariamente a la jungla informativa en la que vivimos.

martes, 10 de marzo de 2015

Gestión sanitaria al estilo "el que vega detrás que arree"


Aunque desde fuera no lo parezca, conozco pocos sitios tan descoordinados como las diferentes especialidades o servicios de un hospital. Habrá excepciones, claro que sí, pero me temo que en general es así. Yo he trabajado en cuatro hospitales y suele ser un denominador más o menos común. Al final todo sale para delante, esa es la triste o afortunada realidad de la gestión sanitaria, pero el peaje humano que se paga y la ineficiencia en los procesos es muy elevada. 

Podríamos poner muchos ejemplos, pero hoy me voy a centrar en una actitud que suele ser bastante dañina para la organización a la larga. La actitud “el que venga detrás que arree” (a todos los niveles). El Servicio de Farmacia de un hospital, al ser un servicio central cuya actividad depende casi de la totalidad del resto de servicios, es muy propenso a sufrir esto.

Las causas de dicha actitud son fundamentalmente la falta de coordinación directiva, el no ver más allá de tus narices, jefes de servicios con el ombligo muy grande y visión nula de cómo se gestiona un proceso en toda su extensión.

El problema es difícil de solucionar porque cuando sufres este tipo de gestión te das cuenta tarde. Ya solo queda volver a parchear una solución al problema, “pelearte” con la dirección o servicios en cuestión y acabar nadando en un mar de ineficiencia.

Ya sé que la solución no es fácil, pero bastaría con sentar a todos los implicados en el proceso (a todos) y nunca dar por sentado nada antes de iniciar una propuesta. También ayudaría el mirarnos menos al ombligo por parte de muchos, pero esto ya es otro tema más difícil de solucionar si cabe.

martes, 3 de marzo de 2015

Enfermedades impagables


¿Llegaremos a esto?, ¿hemos llegado ya?…

una buena reflexión para gestores, industria farmacéutica, profesionales sanitarios, pacientes…población en general.

Ilustración de José Rubio Malagón

domingo, 1 de marzo de 2015

Hospitales con síndrome de pesimismo agudo sangrante



NOMBRE: Hospital (da igual el apellido)

ANTECEDENTES:
Negativismo crónico, queja perpetua, procesos ateroscleróticos, pacientes “cabreados”, gestores politizados y alta resistencia al cambio.
El hospital no recuerda cuando aparecieron por primera vez los síntomas.

DIAGNÓSTICO:
Síndrome de pesimismo agudo sangrante

TRATAMIENTO:
Principalmente cambiar de actitud, empezar con iniciativas como “hospital optimista”

PD: Me encanta esta iniciativa que me encontré por casualidad hace poco por internet…y su lema: “Juntos podemos cambiar nuestro mundo. Contagia sonrisas”
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