domingo, 24 de enero de 2016

Una mujer con nombre de medicamento (o viceversa)

Hay una pregunta que suele aparecer de vez en cuando, ¿quién le pone el nombre a los medicamentos?. En este caso me refiero al nombre comercial, de fantasía, los que son una verdadera marca. Esos nombres, a veces raros, a veces curiosos, a veces casi innombrables. 

El caso es que es una ardua tarea detrás de la cual se suele encontrar todo un equipo de marketing y creativos. La idea es buscar un nombre pegadizo, que recuerde la actividad del medicamento y que se pueda decir en varios idiomas sin problemas.

Con más de 33.000 nombres comerciales de medicamentos aprobados cada año, según datos de la FDA, es normal que algunos de ellos se parezcan ortográfica o fonéticamente. Estas similitudes, más allá de resultar graciosas en ocasiones, son una causa habitual de errores médicos en todo el mundo y una amenaza para la salud de los pacientes. De hecho algunos nombres han tenido que ser cambiados porque inducían a error.

En todos mis años en el hospital he visto aparecer numerosos nombres, algunos muy originales. Sin embargo la anécdota mas curiosa al respecto me pasó la semana pasada. Cuando iniciaba el tratamiento a una paciente y ella me dijo “este medicamento tiene el mismo nombre que mi madre”

Ironías del destino...

miércoles, 13 de enero de 2016

No se quede con dudas sobre su medicación, si no le informan...no dude en preguntar


Que importante es la buena información de los medicamentos por parte de los profesionales sanitarios para garantizar la efectividad de los mismos y evitar errores.

Lamentablemente seguimos sin dedicarle todo el tiempo que se merece.


lunes, 11 de enero de 2016

¿Son los buenos médicos malos para la salud?

Leyendo mi lector RSS llego a un curioso artículo de opinión de hace unos meses de un oncólogo americano en New York Times. El artículo tiene un titular bastante impactante, ¿Son los buenos médicos malos para su salud?.

El autor comienza diciendo que con regularidad sus amigos, o amigos de amigos, ante un problema de salud le hacen la misma pregunta ¿puedes ayudarme a encontrar el mejor especialista para esta dolencia?

Sin embargo un sorprendente trabajo publicado en Archives of Internal Medicine concluyó algo bastante impactante y contradictorio, los pacientes con afecciones cardiacas agudas potencialmente mortales disminuían su mortalidad cuando los cardiólogos "mas cualificados" del hospital estaban fuera del mismo. Y el resultado no fue trivial, la mortalidad disminuyó hasta un tercio para algunos pacientes.

El estudio determinó también que la mejor evolución se producía en hospitales universitarios o docentes frente a los que no lo eran. Al dar algunas explicaciones al respecto se cita la probabilidad de que los cardiólogos "mas cualificados" tienen un perfil mas investigador e intervencionista que los facultativos mas jóvenes o en formación.

También se cita que existen otros estudios donde se pone de manifiesto que mas atención sanitaria produce peores resultados en salud y expone el caso de un estudio de Israel sobre ancianos polimedicados donde la deprescripción (quitar medicamentos pautados y aparentemente innecesarios) de mas de cinco medicamentos en la mayoría de pacientes se relacionó con mejoría en la salud de los mismos.

Resumiendo, el autor recapacita sobre que los médicos suelen pensar que mas tratamientos e intervenciones significan mejor salud, subestimando problemas relacionadas con las mismas y efectos adversos. Y propone que se proporcione datos de efectividad y efectos adversos de los procedimientos a los pacientes y se actúe sobre la hipermedicalización. Teniendo en cuenta que los estudios demuestran que cuando los pacientes reciben información sobre el beneficio-riesgo de las intervenciones tienden a dar su consentimiento a un menor número de ellas y se sienten mas participes de su salud.

Artículo curioso y de obligada lectura: Are Good Doctors Bad for Your Health?

sábado, 9 de enero de 2016

Zombificación laboral



Hemos empezado el año de manera turbulenta por el hospital, algunos contratos se esfuman con las primeras inhalaciones del 2016. Algo sigue sin ir bien cuando después de diluvios y tempestades sigue apareciendo el “no hay dinero”. Cuando se cierran proyectos de un plumazo sin importar las consecuencias. Cuando seguimos con el café con leche para todos. 

Y al final lo importante no es nada de eso. Lo verdaderamente importante es la perdida masiva de ilusión, compromiso y pasión que fluye a borbotones, como se desangra un herida. Como si de una hemorragia interna se tratase.

Hay que seguir, no queda otra. Hay que huir de esta "zombificación laboral" de la cual nos quejamos amargamente gestores y clínicos, pero que realmente hacemos poco por evitarla.

La ilustración es del blog de Eduardo Salles, cinismo ilustrado.

Por cierto feliz año, como dice mi padre, este año mas y mejor.

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